esa solitaria noche, entre tantas, supo salir y entreverse de a poquito con sus particularidades.
hubo lluvia y truenos. ella no sabía, ella quiso descubrir. pero ella lo amaba. incondicionalmente.
él aprendió a quererla tanto que ya olvidó cómo solía vivir sin ella.
ella, dudaba y se interrogaba. lo cuestionó tanto que no se acordó de quererlo así, como era, tal y como se constituía su esencia.
ella lo abrazó. él la conquistó.
juntos, alzaron sus puños y el mundo se hizo pequeño.
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